Vinylclick
Existe todavía a día de hoy cierta confusión entre el consumidor no experto a la hora de diferenciar un suelo laminado (generalmente de melamina) y un suelo de vinilo. Por eso hemos decidido escribir este artículo, con el fin de aclarar las posibles dudas que existan al respecto.
En primera instancia debemos mencionar que mucha gente incluye a ambos tipos de suelo en la misma categoría, llamándolos suelos laminados en general. Esta denominación es un error ya que, si bien en parte es cierto que ambos suelos suelen ser laminados y surgen como alternativa al parquet clásico de madera (que resulta muy costoso y difícil de instalar en muchos casos, además de que requiere mucho más esfuerzo en su mantenimiento), lo cierto es que las diferencias entre ambos tipos de suelo son tan importantes que lo correcto es colocarlos en categorías diferentes.
Vamos ya por tanto con las principales diferencias entre los suelos de vinilo y los suelos laminados.
COMPOSICIÓN
Suelos de vinilo:
Están fabricados de policloruro de vinilo y son básicamente una resina aumentada con rellenos, tintes, elementos de textura, plástico y estabilizantes. Pueden presentarse en rollos, tejas, secciones de tablones y tableros o baldosas, y su dureza y resistencia es muy alta.
Suelos laminados:
Se presentan en tablones, laminas o baldosas. Están compuestos por fibras densas de melamina, una foto que simula diferentes acabados (madera, piedra, etc…) y una superficie protectora transparente.
APARIENCIAS Y ACABADOS
Suelos de vinilo:
La resina base de los suelos vinílicos se cubre con una capa de caucho texturizado y pigmentado con el fin de crear diversos diseños y acabados, como madera de roble o nogal, mármoles y piedras, e incluso cerámicas o ladrillos.
Suelos laminados:
Las capas de melamina se cubren con papel de diseño en la que se halla impreso el acabado deseado (madera o piedra). El papel se cubre con una capa de polímero.
RESISTENCIA Y DURABILIDAD
Suelos de vinilo:
Son los suelos más resistentes al paso del tiempo y al uso intensivo, de ahí que suelan ser los suelos preferidos para comercios, restaurantes y hoteles, o en hogares con mascotas (perros o gatos).
También son 100% hidrófugos, con lo que son los suelos preferidos para ambientes húmedos. Otra característica importante a tener en cuenta es su comodidad y su capacidad para amortiguar el ruido.
Suelos laminados:
Son también resistentes, aunque no tanto como los suelos de vinilo. El exceso de luz les afecta y también el uso intensivo, que aunque lo soporta mejor que los suelos de madera, ese uso intensivo le afecta mucho más que a los suelos vinílicos. Finalmente, el agua puede dañarlos severamente, con lo que no se recomienda su instalación en lugares húmedos.
INSTALACIÓN
En el pasado, los suelos laminados presentaban ciertas ventajas sobre los de vinilo, ya que solían ser más fáciles de instalar gracias a su sistema de clic, pudiéndose instalar además sobre el suelo anterior sin necesidad de hacer obra.
Sin embargo, estas características han sido últimamente incorporadas también en los suelos de vinilo, y las marcas más innovadoras (como Vinylclick) presentan también instalaciones en clic y con la posibilidad del montaje sobre el anterior suelo.
Hasta aquí este artículo con el que hemos querido enumerar las principales diferencias entre los suelos de vinilo y los suelos laminado.
Como habréis podido comprobar, las diferencias son importantes y tenerlas en cuenta es fundamental a la hora de elegir el suelo correcto